sábado, 5 de julio de 2008

Las Teorías Evolucionistas de la Innovación: una “interpretación biológica” del desarrollo tecnológico.[1]

Desde esta perspectiva neoschumpeteriana[2] de interpretación de los modelos de desarrollo tecnológico, se pone más atención en el entorno socioeconómico y ya no tanto, como en décadas anteriores, en las características de la empresa y la estructura del mercado. Se concibe en este caso al desarrollo tecnológico como un proceso evolutivo, dinámico, acumulativo y sistémico que sintetiza los procesos económicos, sociales y científicos.

En esta teoría no se plantea como una dicotomía el proceso de innovación y su posterior difusión, tal como se lo entendían en la perspectiva clásica. Desde esta visión, el proceso de difusión es parte constitutiva del progreso técnico inicialmente disparado por una innovación.

En la fundamentación de este enfoque, Nelson y Winter[3] (Vence, X. 1995. Op. cit. Pág. 217) cuestionan el concepto neoclásico de racionalidad maximizadora y beneficio, proponiendo los conceptos de “búsqueda de satisfaciente” y “selección”. Esto es, entendiendo que el conjunto de posibilidades tecnológicas es limitado, las empresas no cuentan con una amplia gama de técnicas a su disposición, sino que deben buscar aquella que de la respuesta más satisfactoria a sus necesidades, con la incertidumbre de no saber cuáles son las óptimas. Aquellas empresas que den con las mejores técnicas serán las que experimenten una mayor expansión, en un proceso de selección ex post.

Esta interpretación de la innovación tecnológica, como un proceso de “incorporación aleatoria” de tecnología y selección de las más aptas por parte del mercado, en el que hay ganadores y perdedores (empresas que crecen y otras que se resumen y desaparecen, de acuerdo a la “suerte” que hayan tenido en su desarrollo tecnológico), establece un parentesco con la teoría biológica darwinista de evolución de las especies y selección natural.

Tenemos entonces que la tecnología no se realiza en forma definitiva, sino que desde el momento en que nace se va difundiendo y modificando de acuerdo a los condicionantes establecidos por un contexto industrial, económico y social específico, pudiendo el analista en su interpretación enfatizar las características dinámicas y tecnológicas o la importancia del entorno económico y su evolución.

Se trata en este caso de proponer un modelo capaz de explicar los determinantes y direcciones de un cambio tecnológico en el cual ciertas tecnologías se vuelven dominantes y evolucionan en un contexto cambiante (Dosi. G.[4] en Vence, X. 1995. Op. cit. Pag. 219). El comportamiento y las estrategias de las empresas aparecerán determinadas por las condiciones estructurales existentes (de la empresa, del sector y el régimen tecnológico), que son las que definen el margen de acción que se dispone, destacándose además – entre otros factores – el efecto determinante que adquieren el desarrollo científico, la planificación de las actividades de I+D, el nivel tecnológico previo y el aprendizaje por la acción.

En este abordaje se entiende a la tecnología de manera amplia (Dosi), como “un conjunto de elementos de conocimiento práctico y teórico, know-how, métodos, procedimientos, experiencia de aciertos y errores y, por supuesto, aparatos físicos y equipos”, abarcando elementos materiales como los conocimientos y la experiencia e incluyendo, además, componentes inmateriales – difíciles de registrar con precisión – adquiridos por las personas y las organizaciones, como la habilidad, la experiencia de intentos anteriores, etc. (Vence, X. 1995. Op. cit. Pág. 221).

Desde esta percepción, para mejorar la eficiencia productiva y, consecuentemente, sus oportunidades en el mercado, las empresas realizan una búsqueda y aprendizaje a partir de su propia base de conocimientos, dependiendo sus posibilidades de lo que hayan realizado en el pasado. En consecuencia, el progreso técnico sería un proceso secuencial e irreversible de resolución de problemas en el marco de un paradigma tecnológico, siguiendo una trayectoria tecnológica propia de ese paradigma.

El paradigma tecnológico, por analogía con lo que propone Kuhn[5] para la ciencia, se entiende como el modelo o patrón de solución de los problemas tecnológicos seleccionados, de tal manera que a partir del mismo quedan delimitadas las dificultades a ser abordadas desde esta perspectiva. Al mismo tiempo, el modelo seleccionado dirige la solución de esos problemas enfocando los esfuerzos en las oportunidades tecnológicas que puede ofrecer. A su vez, la trayectoria tecnológica es el patrón de solución normal de los problemas siguiendo los procedimientos de búsqueda y la lógica propia de un paradigma.

Desde esta perspectiva, la aparición de nuevos paradigmas tecnológicos representa la existencia de “discontinuidades en la evolución del progreso técnico” ante las nuevas posibilidades ofrecidas – en primer término – por la ciencia, como así también por la existencia de nuevas instancias económicas e institucionales. Según Dosi, las fuerzas económicas y los factores sociales operan como mecanismos de selección fundamentales.

El entorno socioeconómico interviene en el proceso de selección de la trayectoria dado que, si bien no modifica el abanico de posibilidades en una tecnología determinada, selecciona las trayectorias dominantes a partir de diferentes criterios como la incidencia de políticas institucionales, financieras, el comportamiento de los consumidores, etc. Este “entorno de selección” resulta determinante en la elección y sustitución de tecnologías, como así también en el tipo de I+D que se considera más beneficioso. Es decir que – como es de imaginar – se puede establecer “una relación a largo plazo entre el modelo de desarrollo social y el paradigma tecnológico elegido” (Vence, X. 1995. Op. cit. Pág. 227).

A su vez el mercado opera ex post como fórmula de selección entre el conjunto de posibilidades determinado – como quedó dicho – por el pradigma tecnológico que fuera seleccionado. Como resulta difícil poder establecer a priori las ventajas que ofrecen los diferentes paradigmas y trayectorias, la selección que se realiza en el mercado se produce, en parte, mediante mecanismos de prueba y error, lo que implica necesariamente algún grado de riesgo para los productores.

Ahora bien, los efectos que produce el entorno económico en la actividad tecnológica actúan como un estímulo en la evolución de una trayectoria pre-establecida, pero difícilmente van a provocar un cambio en esta trayectoria. Estos cambios conforman hechos extraordinarios que ocurren ante desarrollos científicos extraordinarios o el aumento de las dificultades económicas y tecnológicas (o combinaciones de ambas), para seguir avanzando en esa dirección.

En relación con las actividades innovadoras que producen cambios tecnológicos, Dosi supone que estas se van a emprender en la medida que exista alguna expectativa de beneficio económico o que la ausencia de las mismas amenacen los beneficios económicos existentes. A la hora de interpretar el esfuerzo innovador a partir de la búsqueda de beneficios, se incorpora el concepto de “grado de apropiación” privada de los resultados que se obtengan, condición necesaria para que se realice este esfuerzo, en el que se hace referencia a las posibilidades concretas de poder utilizar los resultados de las innovaciones en beneficio propio.

Con respecto al cambio tecnológico, es importante destacar el carácter acumulativo e irreversible que se percibe en el mismo, el cual se va a lograr a partir de procedimientos de búsquedas propios de cada paradigma y cada industria, las cuales no se remiten a reservas comunes y públicas de información, sino que tienden a buscar respuestas localmente, en áreas próximas a las actividades que desarrollan en cada momento. Estos cambios tecnológicos (progresos técnicos) son generadores de asimetrías que, según la “suerte” corrida con la selección y la capacidad de apropiación de las mismas, dan lugar a resultados divergentes en el proceso de competencia empresarial.

En el caso de los países el proceso es asimilable, dando lugar a divergencias que se traducen en una especialización internacional. Las asimetrías entre países son acumulativas o – cuando mucho – estables, dando lugar a un proceso evolutivo que dependerá de diferentes factores como la tasa de cambio técnico, la brecha tecnológica entre los países, el grado de acumulatividad del progreso técnico, etc.

Tenemos entonces que, junto con los diferenciales salariales y los patrones sectoriales de especialización, las asimetrías tecnológicas internacionales en la innovación y la imitación son un componente básico en la dinámica de la dependencia macroeconómica entre los sistemas económicos nacionales.

Algunas Observaciones al Modelo Evolucionista:

Entre las observaciones críticas que se le realizan al modelo evolucionista presentado, se destacan:

- El hecho de que a la ciencia le da un carácter autónomo, siguiendo en su desarrollo un proceso evolutivo que tiene una única senda posible. Al no estar ésta influida por condicionantes que puedan afectar su dirección y desarrollo, y constituir simplemente un dato de la realidad, la aparición de los nuevos paradigmas tecnológicos estarían “determinados” por un factor exógeno sobre el cual no tendrían incidencia alguna.
Se plantearía un determinismo científico excesivo en la aparición de los nuevos paradigmas y un determinismo también excesivo en la senda de las trayectorias tecnológicas, en el cual se desconocen – o minimizan – las transformaciones que produce en las características iniciales y posibilidades, el feed back entre el desarrollo científico y la evolución de una trayectoria tecnológica.

- En el modelo de Dosi, se descuida el papel que juegan el Estado y las universidades en la actividad científica y, consecuentemente, la influencia que ejercen estas instituciones sobre la evolución de la tecnología. El papel del Estado supera el rol que se le atribuye como mecanismo de selección a posteriori de paradigmas y trayectorias.

- Es un modelo que se muestra provechoso para el análisis de los nuevos paradigmas que se generan en los países “centrales”; no lo es tanto a la hora de analizar estos procesos en economías que se mueven en la frontera tecnológica mundial.

- Todo el análisis del proceso innovador se realiza sin considerar las características del factor humano que lo sostiene, factor cuya presencia, funcionamiento y reproducción resulta central a la hora de evaluar las condiciones en que se produce el desarrollo económico.
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[1] Extractado de: Vence, X. “Economía de la Innovación y del Cambio Tecnológico”. Capítulo 7. Las teorías Evolucionistas de la Innovación. Pags. 216 a 270. Siglo XXI. Madrid, 1995.
[2] De la misma manera que Joseph A. Schumpeter (1883-1950), le otorga a la innovación el papel de principal dinamizador de la economía capitalista y, si bien existen diferencias, hay una gran cantidad de similitudes. De allí su calificativo, con el cual coinciden muchos autores.
[3] Nelson, R. y Winter, S. “Neoclassical vs. Evolutionary theories of economics growth: critique and prospectus”. The Economic Journal, diciembre 1974, pp. 886-905; Nelson R. y Winter, S. “An evolutionary theory of economic change, ob. Cit., cap 1.
[4] Dosi, G. “Technical Change and Industrial Transformation”, ob. Cit., cap 2.
[5] Por Thomas S. Kuhn (1992-1996), epistemólogo estadounidense que en su obra “La estructura de las revoluciones científicas” introduce el concepto de paradigma.